Águila Pescadora de ida y vuelta.

Si bien no son de las rapaces más abundantes, las Águilas Pescadoras (Pandion haliaetus) de vez en cuando se dejan ver por los ríos y pantanos de la cuenca del Guadiana. He tenido la suerte de verlas pescar en alguna ocasión y es toda una gozada contemplar como literalmente extraen los peces del agua, para inmediatamente, seguir volando con algún incauto entre las garras hasta alguna atalaya cercana donde devorarlo.







Ya habíamos visto esta misma primavera como las Cigüeñas Blancas escoltaban a las Águilas Reales que se atrevían a acercarse a la colonia de cría. Esta vez con la Pescadora, han sido mucho más valientes, recibiéndola a picotazos, azuzándola constantemente, hasta que por fin, han conseguido que huyera. Aunque por otro lado, esta rapaz no supone ninguna amenaza para las Cigüeñas ni sus crías. Pero es lo que tiene ser un depredador…

Bretaña (Francia).

Recurro nuevamente a desempolvar viejas fotografías de antiguos viajes. Aquellas que realizara con mi pequeña cámara compacta. Hoy fotografías y recuerdos de Bretaña (Francia).

Bretaña es reconocida por muchos, como una de las más bellas regiones de Francia. Tierra de castillos, bosques, acantilados, folclore y antiguas tradiciones. Un destino más que aconsejable para aquellos que no resisten más de dos días tumbados al sol.

Bretaña es tierra abierta al mar, tierra de pescadores y navegantes, de acantilados, dunas y marismas. Reconocidas internacionalmente sus costas de granito rosa y sus ciudades fortaleza como Saint-Malo que se adentra y mira hacia el mar.

“El bocage”, es el paisaje típico de Bretaña, a base de muretes de piedra separadores de los terrenos y de las pequeñas propiedades. Formas irregulares salpicadas de bosquetes dominan la fisonomía de este peculiar paisaje. El clima lluvioso y húmedo propicia que la vegetación sea frondosa, bosques llenos de misterios que ocultan el secreto sobre leyendas como la del Árbol de Oro, la del Espejo de las Hadas, la fuente de Barenton, la tumba de Merlín, por citar algunas.Grandes piedras colocadas unas tras otras. Estamos en Carnac, el enclave arqueológico más antiguo de Europa. Estos menhires son el testimonio que nos dejaron los pueblos Neolíticos que habitaron Bretaña entre el 4.500 y el 2.500 a.C. Mucho se ha hablado del significado, sentido y simbología de estas formaciones, sin haber aún desentrañado su misterio.

En la parte antigua de muchos de sus pueblos y ciudades, hoy centro turístico, aún se conservan viejas casonas pintadas de vivos colores. Amplios ventanales que permiten el paso de la luz, los más de los días pobre. En la taberna, a la caída de la tarde, sirven “galettes” de queso acompañadas de unas tazas de sidra. El bullicio es constante, gentes de aquí y de allá, llenan aún más si cabe estas calles de color. Pese al gentío la sensación sigue siendo de orden, no hay ruidos desagradables y la gente, perdonen que me sorprenda, pasea sin dejar un basurero tras de sí…

Mariposa Macaón. Abiertos al cambio.

Alimentándose de hinojo, el Macaón (Papilio machaon) se transformó finalmente de rechoncha y por momentos maloliente oruga en la belleza que ustedes ven en estas fotografías. El Macaón como el resto de mariposas necesita de importantes cambios para poder subsistir como especie. Así ha sido desde hace millones de años y así seguirá siendo durante miles de años más (si los hombres no lo impiden, que esa es otra…).

Está claro que cuando las cosas no van, es necesario realizar profundos cambios, tomar el toro por los cuernos y encarar las cosas de cara ¿Nos asusta cambiar o preferimos que las cosas se mantengan tal y como están aunque sepamos que no van bien?...
En un mundo en constante cambio, no existen modelos ni fijos, ni establecidos y lo que hoy funciona, mañana es ya obsoleto y caducado ¿No les parece que aún está casi todo por hacer? , seamos como el Macaón, provoquemos los cambios (no necesariamente políticos, aunque estos son los que más, para los políticos de aquí, los allá y los de maracuyá también)…

Lavandera Boyera Inglesa de paso hacia el norte.

Recuerdo que fue a primeros de abril, cuando cada tarde veía grandes grupos de lavanderas que se dirigían a sus dormideros habituales. En su mayor parte se trataba de Lavanderas Blancas (Motacilla Alba). Los grupos eran cada vez más numerosos y también empezaron a llegar las primeras Lavanderas Boyeras que volvían de sus lugares de invernada.
Los amantes de la ornitología saben que entre las Boyeras podemos encontrar varias subespecies que se reparten a lo largo de Europa, siendo la Boyera Ibérica (Motacilla iberiae) la más habitual en nuestro país. El grupo que apareció aquella tarde de primeros de abril, estaba formado en su mayoría por Boyeras Ibéricas, aunque me fijé que algunos de los ejemplares eran básicamente amarillos, entre ellos, los ejemplares de las imágenes. Tras mirar la guía de aves descubrí que se trataba de Lavanderas Boyeras Inglesas (Motacilla flava flavissima) que se dirigían a las islas Británicas donde pasarán la primavera y el verano, procedentes de territorios tan distantes como Kenya, Zaire, Botswana o Zimbabwe.

Algunas aves sólo es posible verlas durante algunos pocos días al año. Vuelan sobre nosotros, con frecuencia de noche, su camino va desde países del norte europeo hasta el sur del continente africano. Aunque es un camino de ida y vuelta, la mayor parte de las veces pasan inadvertidas hasta para los más apasionados amantes de la ornitología.

Orchis laxiflora.

Era por mayo, que entre los juncos de las distintas zonas encharcadas que fui encontrando en mis paseos, brotaba aquí y allá esta preciosa orquídea, la Orchis laxiflora. A veces formando grupos de varios individuos pegados unos a otros, pero la mayor parte de las veces eran individuos aislados. Como decimos, siempre circunscrita a lugares húmedos o encharcados desde mediados a abril, mayo y principios de junio.

Como puede apreciar esta orquídea se viste de púrpura brillante y blanco. Algunos ejemplares alcanzan una talla considerable al rivalizar con el herbazal aledaño para obtener el espacio y la luz suficiente.
Otra preciosa orquídea… ¿no les parece?

La Casa de Añil y Blanco.

Entre el viñedo y el olivar aún se mantiene la casa blanca y añil. Según me contaron en ella vivió la familia de “el Estañaor”, que era el oficio del que soldaba las cazuelas y sartenes en la época en la que nada era inservible. Cinco hijos crio en aquel cuartucho. Todos marcharon a la ciudad a los quince años, como hacían el resto de los jóvenes del pueblo, hoy pueblo de viejos.
Según me contaron ninguno de sus hijos volvió jamás a la casa pintada de añil y blanco. “El Estañaor” vivió en aquel lugar en el que siguió dando vida a lo apartado, a lo viejo y olvidado, a lo que aparentaba ser ya inútil, hasta el final de sus días.

Pasados los años, alguien compró la casa y la volvió a pintar de los mismos colores, de añil y blanco. Creo que ahora en su interior sólo se guardan algunos aperos de labranza y las más de las veces, en la casa se guarda silencio.

Calopteryx Virgo.

Ya hemos dedicado algunas entradas a este Caballito del Diablo denominado Calopteryx virgo. Me ha sorprendido encontrar numerosas referencias en internet a este odonato en el que indefectiblemente se menciona que los machos son muy llamativos en cuanto a su coloración, cosa que es cierta, como podemos ver en los dos primeros individuos con tonalidades azules y que las hembras, a base de verde y ocre, son mucho más discretas. Juzguen ustedes mismos…

A mi juicio esta especie de discreta no tiene nada. Ni los machos, ni las hembras. Miren estas preciosidades vestidas de dorado y verde brillante… ¿Cómo alguien puede decir que son discretas?... Lo que sí me ha sorprendido, es que la transformación desde la fase larvaria hasta los individuos adultos que podemos ver aquí, dura cinco años. ¿Cómo harán para resistir las heladas y las riadas?...

El Carricero Común.

El Carricero Común (Acrocephalus scirpaceus) es una pequeña avecilla que habita entre los marjales y demás zonas lacustres provistas de abundante cubierta vegetal. Más fácil de oír que de ver, aunque de vez en cuando, delata su presencia subido algún carrizo o enea del que despliega su canto de manera incansable.

Recién llegados de África, al inicio de la primavera, la algarabía que forman las distintas especies de carriceros, buscarlas, zarceros y ruiseñores convierte lagunas y pantanales en lugares de máximo interés para los amantes de la ornitología y para aquellos que no lo son tanto.

Mariposa Querquera.

Según dicen, la pequeña Querquera (Satyrium esculi), es una de las mariposas más abundantes de nuestros campos. Aunque si bien es cierto, presente solamente, en la península Ibérica, sur de Francia y Marruecos.

Para muchos no deja de ser una pequeña mariposilla sin demasiados atractivos, claro está que para la gran mayoría la Querquera es toda una desconocida. ¿Qué quieren que les diga, a mi me parece que esos ojillos negros son completamente irresistibles?...En estos días es fácil encontrar pequeños grupos que sobrevuelan una misma planta, mientras otros individuos permanecen posados. Evidentemente se trata de los rituales de cortejo de estos pequeños licénidos.
Si salen al campo, intenten descubrirla, no es nada complicado, por otro lado, "está el campo que se sale" de lo bello que está cualquier rincón…

Orquídea langei y mascula.

Siguiendo con la colección de orquídeas que encontramos durante la primavera, hoy presentamos a la Orquídea Langei (Orchis langei). Los primeros ejemplares aparecieron a mediados de abril, teniendo en cuenta que este año la primavera llegó algo tardía, siempre en terrenos de umbría con bastante cubierta vegetal.
Nos topamos con dos poblaciones bastante numerosas, una situada en el norte de la provincia de Ciudad Real y otra en el sur. Para volver a encontrarlas habrá que esperar el regreso de la siguiente primavera y además tener en cuenta que su floración, por estos lares, sólo dura unos pocos días…
Otro “bellezón” que descubrir…

(Nota posterior a la entrada: La tercera fotografía corresponde a la Orchis Mascula)

La Gaviota Reidora y el mar de la basura.

El desarrollo humano conlleva la proliferación de grandes cantidades de basuras y detritos, con frecuencia, de manera incontrolada. Miles de toneladas de materia orgánica e inorgánica son recogidas por nuestros servicios de limpieza cada día. Basureros inmensos como ciudades, donde los desechos no son tratados adecuadamente, son la cruz en el desarrollo de los hombres.

Hasta hoy, no hemos sido capaces de buscar las fórmulas para que el impacto de todas nuestras inmundicias no altere los ritmos naturales del entorno. No pocas especies han cambiado sus hábitos ancestrales, adaptando con ello sus ciclos naturales a los desperdicios de los hombres: Buitres, milanos, cigüeñas, garzas, zorros o gaviotas, como la que hoy presentamos, esperan cada día que los camiones de recogida lleguen a los vertederos cargados de sustento fácil.
La Gaviota reidora (Larus ridibundus) se ha ido adaptando progresivamente a esta tierra sin mar. Cientos de individuos sobrevuelan ahora, los mares de olas de basuras del interior peninsular.

Mariposa Cleopatra.

Llegó Cleopatra (Gonepteryx cleopatra) para alegrarnos este final de primavera, en el que aún es posible pasear tras la tregua de los 35ºC de las últimas semanas. He encontrado un par de lugares donde es bastante abundante, aunque he de decir que este año en cuanto a mariposas, debido sobre todo a las pasadas lluvias, es un año magnífico.
No hace demasiado dedicamos una entrada a la llamada mariposa Limonera (Gonepteryx rhamni), bastante parecida a la Cleopatra. Ahora, mirando estas fotografías, podemos ver claramente las manchas anaranjadas que tiene la Cleopatra (más marcada en el macho) y que la Limonera no posee.
Tengo que reconocer que cuanto más profundizo en este mundillo de las mariposas, más me atrae y a la vez más complicado me parece identificar algunas especies. De hecho tengo que ir corrigiendo aquí y allá frecuentemente...De eso se trata, de ir descubriendo poco a poco retazos de este infinito entramado.

Campanicas de abril.

Abril me dejó cientos de imágenes y algunas pocas fotografías. En este día de lluvia y tormentas la tierra aún olía a abril en junio.

He salido de casa temprano, con el ánimo de tomar algunas fotos, pero la falta de luz y la lluvia no han ayudado demasiado. En ningún caso he considerado este como un día perdido. Esta vez el espectáculo me lo he llevado puesto: Desde lo alto de la sierra he visto como varias cortinas de agua bañaban las rañas próximas a Cabañeros. Cómo me gustan estos espacios abiertos "cargados de tantas sensaciones".

Recordando abril y sus colores, hoy rescato la llamada popularmente Campanica (Fritillaria lusitanica) que adornaba los inicios de la primavera con sus tonos rojizos, amarillos y verdes. Bonita, ¿verdad?

Por mucho que hoy el día me supiera a abril, para volver a encontrar esta bella liliácea, tendré que aguardar el próximo año.

Canto de Trigueros.

Se habían mantenido discretos durante el período invernal, pero desde el comienzo de la primavera, los Trigueros (Miliaria calandra) han revolucionado con sus continuos cantos, los campos de cultivo y las dehesas. Resulta imposible no encontrarse con alguno en todos y cada uno de los paseos.
Desde lo alto de alguna percha, a pocos metros de mi, el escribano comienza a cantar una y otra vez, repitiendo los mismos sonidos machaconamente. En realidad, el Triguero intenta defender desde su atalaya el territorio de cría.
Sin ser un ave asustadiza, en estas fechas los Trigueros se muestran sumamente confiados, permitiéndonos acercarnos a muy pocos metros de ellos, como atestiguan estas fotografías.

Mariposa de los Olmos u Olmera.

Curioso contraste el de este ninfálido tan oscuro en la parte exterior de las alas y tan sumamente colorido en su interior, a base de naranja vivo, azul brillante y negro. Precisamente esta diversidad de colores es la que le da el nombre de “polychloros”. Bonitas ¿verdad?...
Desgraciadamente, La Olmera (Nymphalis polychloros) no es una mariposa abundante en la zona centro peninsular. Algunos científicos apuntan a que las mariposas tienen los días contados como consecuencia del traído y llevado “cambio climático. Sería toda una pérdida, privarse de las alegrías que produce el revolotear de cientos de pequeñas alas de papel de diversos colores y formas ¿Se imaginan nuestro mundo sin mariposas?...

“Caracol, caracol, saca tus cuernos al sol"

No falla, temperaturas altas unidas a humedad, para que los Caracoles de jardín (Helix aspersa) salgan de sus escondrijos y aprovechen las condiciones de humedad que le son propicias y es entonces cuando se dejan ver con bastante facilidad.
La abundancia de gasterópodos no ha pasado desapercibida y he visto a más de uno recolectando aquí y allá a estos incautos. ¿Quién les manda salir con lo que estaba cayendo?...

Orquídea Limodoro.

Cuán complicado resulta hacer ver que el ser humano no es un eslabón aparte de la cadena y que todo está realmente relacionado entre sí. Fijémonos en la Orquídea Limodoro (Limodorum abortivum) que necesita, como otras orquídeas de hongos para su desarrollo, a la vez que es considerada por muchos como una planta parásita que obtiene la clorofila que no es capaz de crear de otras plantas, entre las que se encuentran jaras y chaparros. Por otro lado, para la germinación de sus flores igualmente “cuenta con la ayuda” de abejas y abejorros. Realmente, todo forma parte de un gran entramado que no logramos entender.

La Cogujada Común.

El barrio donde vivo es como en otras muchas ciudades, de nueva creación. Antes en esta zona se plantaban productos de huerta y cereales. La ciudad ha ido tragando poco a poco estos terrenos con la construcción de nuevos edificios y carreteras. Es de agradecer, que los que se encargan de diseñar los nuevos barrios tengan en cuenta la creación de zonas verdes que descongestionan, hacen la vida en la ciudad más agradable y permiten que parte de la flora y de la fauna se asiente o busque cobijo en los períodos de carestía.
Cuando surgió el barrio, ellas ya estaban aquí. Las Cogujadas Comunes (Galerida Cristata) eran unas de las habitantes de los páramos de los que antes les hablaba. Ahora viven en el parque que hay justo debajo de casa. Incluso, las puedo ver desde mi cuarto. Cada madrugada, con los primeros rayos, se las oye rivalizando con los mirlos vecinos. A esas horas, las aves siguen siendo los reyes y reinas del lugar.
Algo más tarde, de camino al trabajo, ya en la carretera, otras de su especie corretean por los arcenes recogiendo los bichitos que mueren atropellados. Es asombrosa la capacidad que tienen de medir la velocidad de los coches que se les acercan. Apresuran su marcha a todo trapo y afortunadamente, nunca he visto a ninguna tropellada, lo cual es bastante raro ¿no les parece?...