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Los llamados popularmente colorines, más conocidos como
Jilgueros (
Carduelis carduelis) tienen a sus espaldas ser una de las especies más deseadas y perseguidas por unos y por otros…
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Pese a la prohibición europea del consumo del “
pajarito frito” no es raro que en el mundo rural aún se sigan colocando trampas, distintos tipos de redes, uso de ligas, pegamentos y pequeños cepos donde estos pequeñines junto con otras muchas especies pasan a formar parte del menú de gentes ajenas al cumplimiento de cualquier ley. Salvajes tradiciones, en absoluto superadas, siguen siendo argumento suficiente de energúmenos varios. Denunciar es a veces correr el riesgo de que se rían de uno. Muchas leyes, sobre todo las referidas a la conservación de nuestro patrimonio natural son sólo papel mojado. No olvidaré como al hijo del Cabo de la Guardia Civil del cuartelillo donde viví algún tiempo, regalaron una escopeta de perdigones, muy populares hace algunos años y que ahora no son en absoluto raras de encontrar en según qué sitios. “
El chavalote” lo mismo tiraba sobre jilgueros, estorninos, lavanderas o sobre las farolas de las calles. ¿Se imaginan acudiendo a su papá para denunciar al hijo?...
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El llamado “
silvestrismo” que consiste en la cría en cautividad de estas y otras especies, también se cobra sus víctimas en los individuos aún no apresados, en aquellas aves que aún gozan de libertad. Con distintos métodos “
seudolegales” son apresados para formar parte de colecciones de aves de dudoso mérito. Esto le pasa al pobre jilguero por “
guapo”. Debe ser muy difícil para muchos amar las aves y no poder evitar a la vez los más bajos instintos que les conducen a enjaularlas. Pensemos en las cientos de especies que desaparecen cada año (aves exóticas, reptiles, peces, etc.) por esta cruel costumbre: “
apresar lo que ha nacido para vivir en libertad”.
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Los llamados popularmente colorines, más conocidos como Jilgueros (Carduelis carduelis) tienen a sus espaldas ser una de las especies más deseadas y perseguidas por unos y por otros….JPG)
Pese a la prohibición europea del consumo del “pajarito frito” no es raro que en el mundo rural aún se sigan colocando trampas, distintos tipos de redes, uso de ligas, pegamentos y pequeños cepos donde estos pequeñines junto con otras muchas especies pasan a formar parte del menú de gentes ajenas al cumplimiento de cualquier ley. Salvajes tradiciones, en absoluto superadas, siguen siendo argumento suficiente de energúmenos varios. Denunciar es a veces correr el riesgo de que se rían de uno. Muchas leyes, sobre todo las referidas a la conservación de nuestro patrimonio natural son sólo papel mojado. No olvidaré como al hijo del Cabo de la Guardia Civil del cuartelillo donde viví algún tiempo, regalaron una escopeta de perdigones, muy populares hace algunos años y que ahora no son en absoluto raras de encontrar en según qué sitios. “El chavalote” lo mismo tiraba sobre jilgueros, estorninos, lavanderas o sobre las farolas de las calles. ¿Se imaginan acudiendo a su papá para denunciar al hijo?....JPG)
El llamado “silvestrismo” que consiste en la cría en cautividad de estas y otras especies, también se cobra sus víctimas en los individuos aún no apresados, en aquellas aves que aún gozan de libertad. Con distintos métodos “seudolegales” son apresados para formar parte de colecciones de aves de dudoso mérito. Esto le pasa al pobre jilguero por “guapo”. Debe ser muy difícil para muchos amar las aves y no poder evitar a la vez los más bajos instintos que les conducen a enjaularlas. Pensemos en las cientos de especies que desaparecen cada año (aves exóticas, reptiles, peces, etc.) por esta cruel costumbre: “apresar lo que ha nacido para vivir en libertad”.
14 comentarios:
Todos esos "pajarracos",que dicen ser humanos, sí que deberían estar en alguna ocasión entre rejas.
Las fotos,como siempre, geniales.
Salu2 machegos.
Una ternura!
Saludos
Elisa, Argentina
A la especia humana le llevado siglos abolir la esclavitud de seres humanos y aun hoy la trata de personas se sigue ejerciendo con impunidad, que nos queda para especies como los pájaros...
Hola Anzaga, hace años que no veo ninguno por el campo, no se si es porque no me fijo lo suficiente o porque ha sido desplazado hacia otras tierras.
Hace unos cuarenta años, cunado yo era niño, mi padre se encontró uno enredado en unas zarzas y con un ala rota, lo cogió, le curó el ala y estuvo viviendo en casa durante muchos años, hasta que murió de viejo, siempre paseando por la cocina sin poder volar, salvo pequeños revoloteos.
Desde entonces les tengo un especial cariño a los "goloritos" y siempre tengo en la imágen de mi retina como se ponia sobre nuestros hombros o cabeza y se venia a cualquier lugar.
El día que se murió nos costó un disgusto.
Que rollo que te he metido, lo siento.
Un abrazo
el lio de Abi
Cuando hablamos de maltrato animal siempre olvidamos a los jilgueros que viven una miserable vida, en jaulas tan pequeña e hinchados a hormonas hasta que revienten...dicen que así cantan más...No estarán suplicando la libertad?
Sin duda que debemos reflexionar sobre esto Anzaga, tienes mucha razón!!
Afortunadamente cada vez se ven menos escopetas de perdigones y descerebrados disparando a lo primero que se mueve, eso sí, todavía hay "cazadores" que cuando no matan nada le disparan a la primera señal que se encuentran, en fin...
Creo que poco a poco se va consiguiendo erradicer esas cosas que comentas. De hecho las escopetas de aire comprimido antes eran cosa habitual y ahora es más bien raro de ver. Y entre la Guardia Civil está el SEPRONA que vela particularmente por esos abusos.
Pero, por supuesto, nos queda mucho por hacer y seguieremos en lo que podamos, con artículos como este, por ejemplo. Poco a poco los chavales se van concienciando, lo que antes sería un comportamiento acepetado es cada vez peor visto.
son unos pajaritos preciosos, los jilgueros... ("xilgueru" he leído en los blogs de asturias)
me ha pasado algunas veces de encontrarlo en una jaula... es común, pero no por ello debemos acostumbrarnos¡¡
en casa sí hay muchísimos, se identifican bien, pero fotografiarlos....
ya sabes que te envidio por ello¡¡
los retratastes muy bien, en sus cardos¡¡¡
un abrazo
Querido amigo, de una cosa estoy muy contenta, en mi jardín vuelan y "pululan" alegremente mis jilgueros, o mis colorines, además tengo un nido entre una maraña de madreselva y parra virgen, no nos atrevemos ni a tocarla, ni podarla, para no perder esa maravilla, es más tenemos un gato y no sale de casa, en la época que las crías empiezan a volar, mi gato no se va del jardín pero le gusta cazar y a lo único que no se arrima es a los mirlos, a esos les tiene pavor, así que no quiero jaulas, ni rejas, ni nada que pueda interferir aquello que necesite libertad.
Un beso
¡Qué manchego este paseo! ¡Como que por el Campo de Montiel tenemos las mismas! Y muchos confiesan que gran parte de su vocación de civiles guardeses pasa por poder actuar con impunidad en estos temas...
Como te pille José Luis Cuerda la historia del muchacho escopetero, te veo en los créditos de alguna de sus películas. Saludos, Anzaga.
Leyendote me ha venido a la mente esta canción (txoria txori):
Si le hubiera cortado las alas
habría sido mío,
no habría escapado.
Pero así,
habría dejado de ser pájaro.
Y yo...
yo lo que amaba era un pájaro.
http://www.youtube.com/watch?v=uI0HtYeQfHY
Hola Anzaga,
Unas fotos preciosas, por aqui por mi tierra, el Norte de Burgos, se les conoce simplemente como jilgueros, no conocia el nombre de colorines.
Y a mi me gustaria pensar, que cada dia son menos frecuentes esos "Atropellos" naturales.
Un saludo.
Amigo Anzaga: como siempre muy buena tú intervención y muy sabias tus palabras ... creo que la 'educación' comienza siempre por casa, porque tuve la suerte de tener un padre que nos llevaba a recorrer las montañas (en la Patagonia Argentina) y siempre nos hablaba del respeto que teníamos que tener por todos los seres que la habitaban ... claro, mi padre no sabía que estaba realizando una tarea de 'conservacionismo', pero sí semblando la semilla que mis hermanos y yo y nuestros hijos y sobrinos, jamás hayamos tomado una 'gomera' (para cazar pájaros) en nuestras vidas, pero tan 'comunes' en los chicos de todas partes ...
¡Un saludo grande!
Desgraciadamente siguen ocurriendo ese tipo de tropelías en nuestros días y en nuestra tierra, unas veces con "plomeras" y otras con autorizaciones mediante redes, que estan mermando la posibilidad de poder disfrutar de este y otras aves "cantoras" en su entorno natural. Gracias por esa historia Anzaga.
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