Si hay un
monumento o edificio que el viajero está deseando ver en su visita a Estambul,
ese no es otro que la mezquita de Santa Sofía. Un edificio que por sí
solo cuenta toda la historia de la ciudad; varias veces reconstruido como
iglesia, museo y finalmente, mezquita.
Este devenir del tiempo, la religión
dominante y los intereses políticos se dejan sentir en sus muros permaneciendo
pequeños vestigios de cada uno de estos periodos. Santa Sofía es también
el modelo que siguieron en Estambul multitud de otras mezquitas que
salpican la ciudad.
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