Si Arequipa (Perú) es una ciudad que recuerda en cada una de sus calles,
monumentos y plazas a Extremadura, Andalucía o Castilla, en el interior del Convento
de Santa Catalina de Siena, un verdadero pueblo dentro de la ciudad, uno
cree estar recorriendo el casco antiguo de Córdoba.
Córdoba y no Arequipa, está en el colorido de las callejuelas y edificios, en el olor de los geranios y de azahar, en el chapoteo de las fuentes y hasta en el sonido de los gorriones europeos escondidos entre los naranjos.
2 comentarios:
Es precioso. Besitos.
Es una pasada Teresa, además es posible realizar visitas nocturnas.
Saludos
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