Entre las
azadas y los rastrillos del huerto, un bidón vacío ha sido la trampa
involuntaria donde ha quedado atrapada, al menos por un rato, esta diminuta musaraña gris; Crocidura russula. Suele pasar con estos pequeños mamíferos, como
con otras tantas especies de reptiles y anfibios, que uno jamás llegaría a
verlos si no fuera por hechos fortuitos como el que acabo de contarles.
Es sabido, que las musarañas son grandes
consumidoras de pequeños insectos, por lo que podríamos considerarlas como unas
grandes aliadas de nuestros huertos.
2 comentarios:
¡ Que bonita ! Besitos.
Esta musaraña tieme orejas de soplillo jejejee. La jas sacado muy simpática.
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