Pasados los días volví a recorrer la zona del nido de búho real, rebusqué bajo cada
sombra, por pequeña que fuera, entre "el montarral" y las piedras. Como ya he
comentado en otras entradas dedicadas a esta especie, los pollos de algunas rapaces nocturnas abandonan pronto el
nido, y se resguardan buscando las sombras y escondrijos más cercanos. Por eso,
si aún estaban vivos, no podían haber andado demasiado…
Aunque todo mi esfuerzo fue en vano, no encontré
nada. Me sorprendió la cantidad de gente que pasó por el lugar durante el
tiempo de mi búsqueda. Supuse que muchas de las personas que deambulaban por
allí eran conocedoras de la existencia del nido. Entonces pregunté a unos
chavales que pasaban con sus bicis. Fue cuando me dieron la fatal noticia.
Ellos habían visto varios pollos de búho real y un adulto, todos muertos, al lado
mismo de la carretera. Y que semanas antes, en el mismo lugar, había aparecido
otro adulto muerto.
Imposible que los pequeños cruzaran el caudaloso
arroyo y el terreno que separa hasta la carretera, y que murieran todos
atropellados a la vez... Y mucho menos, que también muriera la madre en la
misma extraña circunstancia y en el mismo lugar.
El verdadero problema sigue siendo que las personas
que viven más íntimamente ligadas al campo, siguen sin percibir, que las
rapaces o los linces, por poner un ejemplo, forman parte de nuestra riqueza
natural, y que son el legado para las nuevas generaciones. Y mientras no se solucione
este problema mediante una eficaz educación medioambiental, se seguirán
produciendo episodios tan tristes como este.
Y Así terminó ya no el episodio del nido de búho
real, sino el de la familia entera…
2 comentarios:
Cuando comentaste la no existencia de ningún tipo de rastro sobre los pollos de búho real, algo no cuadraba. De todos modos, pensé que no hubiera ido muy bien para los pollos pero, lo que no sospeché es que el comando mal nacido de alimañeros hubiera acabado con toda la familia. Maldigo con todas mis fuerzas a todo este gremio ignorante de exterminadores de fauna silvestre con el único fin de favorecer el amansamiento de las especies cinegéticas para disfrute de esta horda de escopeteros analfabetos.
Una pena.
Saludos
Hola Javier
De alguna forma, estamos en las manos de estas gentes, hacen lo que les da la gana...
Siguen apareciendo montones de casos de venenos,aquí en Ciudad Real, donde han muerto multitud de águilas imperiales sin ninguna consecuencia. Y Para colmo hoy ha habido una manifestación en Toledo para "salvar la caza"...
He oido la opinión de algunos de los manifestantes, y me temo que vamos para atrás... Caza, toros y procesiones...
Las migajas para el pueblo y el grueso del pastel para los que nos manejan llevando las masas en la ignorancia...
Mucho por hacer.
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