Cuando llega la tarde, en los días de lluvia o en
los pocos momentos en los que todo permanece en silencio, el croar de los sapos
morunos, Amietophrynus mauritanicus, resuena desde todas las rendijas y
escondrijos donde permanecían ocultos esperando su momento.
Es entonces cuando aparecen dejando atrás todos
los miedos dirigiéndose prestos hacia las charcas temporales donde dejarán sus
puestas en forma de hileras de diminutos huevecillos.
2 comentarios:
Magníficas fotos. De qué zona son?
La fotografía es de un arroyo próximo a la localidad de Settat en Marruecos.
Saludos.
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