La Casbah
o Kasbah de Boulaouane se sitúa en un enclave privilegiado desde donde se divisan
amplios y redondeados valles de tierras rojizas y semidesérticas. - Los
meandros del río Oum el Rbia y los
pronunciados acantilados la protegían del enemigo en la época del sultán Alauita Moulay Ismail, allá por el
1.700. En la actualidad, y pese a los largos años de abandono, la construcción
sigue siendo impresionante.
El río Oum
el Rbia, pasa caudaloso y limpio alimentando los numerosos huertos de
limoneros, naranjos y olivos. - Las lomas de las laderas más próximas al agua se
siembran en forma de terraza. Son abundantes los campos de habas, cebada y
cebollas. Donde no llega el maná del agua, la tierra permanece desnuda y solo las
atrevidas acacias escalan sobre las cotas más altas dando el único tono de
verdor al pelado paisaje. - En primavera, el olor del azahar lo envuelve todo.
La fauna se muestra discreta esperando su turno
acosada quizá por la población y por el abundante ganado. Aunque con un poco de
paciencia podremos encontrar camaleones, sapos morunos o galápagos leprosos
reposando sobre la orilla del río. Entre las aves, el sonido del bulbul
naranjero está presente en todo el camino, y con un poco de suerte avistaremos
alguna que otra tórtola senegalesa, otra especie más en plena expansión. Los
que si son verdaderamente abundantes, son los cernícalos primillas que
aprovechan los huecos de la vieja casbah y de los farallones para instalar sus
nidos.
1 comentario:
Hiciste una ruta chulísima. Llena de agradables sensaciones que, con tu buena descripción, hemos percibido también. Me encanta el olor a azahar!
Besos
Benita
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