Un poco
aburrido y decepcionado por la ausencia total de camaleones silvestres en mis
paseos por Marruecos, ya casi me
daba por vencido de poder fotografiar algún ejemplar en libertad. Y como suele
decirse, “cuando menos se espera salta la
liebre”, y ahí estaba este precioso ejemplar en medio del camino cuando ya
nadie lo esperaba...
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