No todos los Aviones Roqueros – Ptyonoprogne rupestris – anidan entre
rocas alejados del hombre. Algunas poblaciones, sobre todo en pueblos de cierta
altitud, anidan bajo los tejados y las cornisas de muchas viejas iglesias. Allí
conviven con otras especies de golondrinas y vencejos con los que compiten en
vuelo en sus constantes idas y venidas.
2 comentarios:
Curiosas aves. Además de ser las únicas golondrinas que no se marchan a África, es interesante cómo pasan el invierno en los pueblos, ocupando el hueco que han dejado sus parientes, incluso en zonas de baja altitud, huyendo de los fríos de sus hábitats roqueros. Un saludo!
... lo que más me sorprende Atanasio es que logren alimentarse en pleno invierno cuando los pequeños insectos voladores de los que se alimentan son muy muy pocos...
Abrazos.
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