Lo más interesante, que he encontrado en estos días, ha sido un nutrido grupo de Combatientes, Philomachus pugnax, formado por casi una cincuentena de individuos. - Me sigue asombrando lo variado que pueden llegar a ser. - Y como ven, no sólo durante el período de celo, como cabría esperar, pues si amplían las fotografías, comprobarán lo que les digo; variedad de plumajes, coloración de patas que van de los anaranjados a los verdosos, tonalidades en los picos, diferentes también en cuanto al aspecto general, y también, diferentes en su tamaño... – Quizá se podría llegar a afirmar que “no hay otra ave más diferente a un Combatiente, que otro Combatiente”…
1 comentario:
Es un hecho evolutivo de lo más interesante. ¿Como se conserva esa diversidad sin que un diseño domine sobre los demás?
Las hembras tendrían mucho que decir al respecto.
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