Fue en diciembre del 2009, cuando empezó a llover como hacía muchísimos años que no lo había hecho. Y entonces, muchas lagunas, ríos y arroyos que habían permanecido secos durante décadas volvieron a correr y recuperaron sus antiguos cursos fluviales.
En lo que un tiempo atrás había sido la Laguna de Calderón, en Moral de Calatrava (Ciudad Real), ahora, en el lecho seco, se sembraban viñedos y olivos. - Cuando empezó a llover, todo quedó anegado, los viñedos, los olivos, las casetas de riego y los caminos.
Con el agua llegaron las aves y los anfibios. – La fauna y flora que tradicionalmente había ocupado ese lugar. – Pero las gentes de la tierra conocen, que tras los escasos ciclos de lluvias, llegan otros más abundantes de sequía, tan característicos, por otra parte, en la Mancha. - Y tras dos años con agua, todo ha vuelto a secarse.
Durante el estío del año pasado, en el verano del 2011, el agua comenzó a bajar y a empobrecerse debido a la falta de nuevos aportes. - Fue entonces cuando surgió un brote de botulismo que aniquiló a un buen número de aves que allí se habían asentado.
Ahora, una gruesa capa de barro seco cubre el lecho lagunar. Las viñas, ahora muertas, han quedado nuevamente al descubierto, también los cadáveres de las gaviotas que no tuvieron tiempo para partir. – Solo algunas limícolas, enfrascadas aún en sus labores de cría, permanecen aferradas a la última lámina de agua donde alimentan a sus polluelos.
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