Ya les he hablado alguna vez de la belleza de los atardeceres que podemos disfrutar en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel durante los meses de otoño. Les hablo de atardeceres lentos, frescos y anaranjados que se pierden en el horizonte muy, muy despacio. Aquellos, que se suelen recordar siempre.
Es en este momento, cuando el grueso de los visitantes ya ha desaparecido del entorno del Parque, que la naturaleza empieza a recobrar su espacio. El frío de la noche va ganando enteros en la medida que el sol se va alejando. - Los anfibios, hasta entonces testigos mudos del ajetreo de los centenares de turistas, se dejan oír envolviendo de amenazantes y extraños sonidos todo el decorado. - Un búho chico sobrevuela a baja altura el marjal, mientras decenas de martinetes se van situando paulatinamente en los márgenes del agua.
Con la llegada de la tarde, tampoco faltan, las grandes bandadas de grullas, que procedentes de los campos adehesados de las cercanías se pierden entre los bosquetes de tarayes. Su típico trompeteo es, sin lugar a dudas, otra nota más de la sinfonía de sonidos, olores y colores de este singular espacio.
5 comentarios:
Buah, irse a dormir y que lo último que veas sea el sol poniéndose sobre el agua dorada... eso, eso no tiene precio. Me pregunto si estará la especie humana dispuesta a perder algo como eso.
¡Tus imágenes y tus palabras cuentan tan bien lo que allí sucede que no hace falta ya ir!
O, más bien al contrario, invintan enardecidamente a acercarse a este lugar para experimentar sin falta ese sublime momento...
Besos
Benita
Estos últimos días hemos tenido unos atadeceres rojos ,naranjas preciosos.
Que bonitas son las fotos de las tablas un lugar con mucha vida.
Saludos
Me encanta tu blog lo veo casi todos los dias.Un saludo de Teresa desde extremadura.
Querido amigo, esto es maravilloso, una fotos impresionantes de un lugar mágico, pero, acabo de leer una noticia nefasta, si es verdad dicen que perderemos ese humedal. Una tristeza enorme me invade ¿Sera eso posible?
Esperemos que reconsideren las cosas y no sean capaces de ello.
Abrazos
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