Ayer después de muchos días sin pasear por mis dominios manchegos, encontré nada más salir de casa, un espectáculo que yo siempre había asociado a otros lugares y a otras latitudes. Australia, Irak o el desierto del Sahara. Vientos fuertes y huracanados levantaban una impenetrable cortina roja de polvo que todo cubría.
Al llegar al Pantano del Vicario en Peralvillo (Miguelturra), el que era mi destino, las ramas de los árboles se quebraban a mi paso por el fuerte viento. Decenas de aves permanecían ocultas entre la maleza (si se amplía la fotografía se puede distinguir un grupo de espátulas y un flamenco además de decenas de otras muchas aves). Por lo que debido a estas inclemencias, mi paseo, apenas si duró cien metros y en buena hora decidí volver.
Algo más tarde, Ciudad Real se cubrió de negro, un incendio se había producido en las cercanías de la ciudad. El humo se mezclaba con el polvo, lo que desembocó en un ambiente irrespirable. El fuego se propagó a gran velocidad beneficiado por el fuerte viento. Varias fueron las carreteras cortadas, entre ellas la que yo había tomado horas antes. Según he podido leer en la prensa de hoy, ocho han sido los ingresados en el hospital por problemas respiratorios y aún se cuantifican lo daños materiales.
Decenas de incendios asolan en estas fechas nuestros campos. La mayoría de ellos surgen por descuidos. Otros por odios injustificables o por intereses ocultos. Difícil de cuantificar los daños materiales, ambientales o como en el caso del incendio de Tarragona, lamentando incluso la pérdida de vidas humanas.
Al llegar al Pantano del Vicario en Peralvillo (Miguelturra), el que era mi destino, las ramas de los árboles se quebraban a mi paso por el fuerte viento. Decenas de aves permanecían ocultas entre la maleza (si se amplía la fotografía se puede distinguir un grupo de espátulas y un flamenco además de decenas de otras muchas aves). Por lo que debido a estas inclemencias, mi paseo, apenas si duró cien metros y en buena hora decidí volver.
Algo más tarde, Ciudad Real se cubrió de negro, un incendio se había producido en las cercanías de la ciudad. El humo se mezclaba con el polvo, lo que desembocó en un ambiente irrespirable. El fuego se propagó a gran velocidad beneficiado por el fuerte viento. Varias fueron las carreteras cortadas, entre ellas la que yo había tomado horas antes. Según he podido leer en la prensa de hoy, ocho han sido los ingresados en el hospital por problemas respiratorios y aún se cuantifican lo daños materiales.
Decenas de incendios asolan en estas fechas nuestros campos. La mayoría de ellos surgen por descuidos. Otros por odios injustificables o por intereses ocultos. Difícil de cuantificar los daños materiales, ambientales o como en el caso del incendio de Tarragona, lamentando incluso la pérdida de vidas humanas.
11 comentarios:
Lamentablemente tengo que ser pesimista en este aspecto, cada vez van a ser mas frecuentas las tormentas de arena, los incendios etc. si es que no tomamos conciencia que tenemos que intentar cambiar muchas cosas, de como entendemos la forma de vida "civilizada" que todos en general queremos en el fondo seguir manteniendo.
Saludos y que pase pronto el verano.
Hola Anzaga.
Dios, leyéndote he creido estar enmedio de toda esa debacle. De ese caos de la naturaleza.
Todo perfecto hasta el puñetero incendio.
Por aqui, por Aragón también tenemos alguno que otro que de momento, ya han controlado.
Nuevamente gracias por tus post y por acordarte de nosotros en tus premios.
Saludicos desde Zaragoza
vaya , he pasado de disfrutar de unas fotos impresionantes a desinflarme del todo despues de leer las últimas frases , ya habia oido esta mañana lo de los bomberos de Tarragona , es un horror , sobretodo cuando piensas que la mayoria de los fuegos son provocados ....me voy a la siesta , que me ha quedado un mal rollo.....
No tengo palabrs. Triste.
No sabes la pena que me producen tus imagenes de hoy, es lamentable ver el estado de mi tierra.
Supe del incendio de ayer en la Poblachuela por un sobrino, al menos podemos alegrarnos de la ausencia de victimas.
Un saludo
Yo estos días tengo un nudo en la garganta que al final estallará de impotencia, frustación y pena por todo esto. Las fotos espectaculares (como siempre) Saludos.
No sé qué decir, mezcla de la impotencia, tristeza y rabia que me provocan los incendios que podrían haberse evitado.
:(
Un besote.
(Me ha gustado distinguir al flamenco).
Acabo de descubrir, en tu post del día 1 de julio, tu foto de una lavandera blanca. Siento mucha simpatía por ese pájaro. Quizá un día te cuente por qué.
:)
Gracias a todos por las intervenciones, siento haber provocado una sensación generalizada de tristeza, pero supongo que no queda otra. Afortunadamente el fuego se sofocó sin problemas. Esta mañana llamaban a la radio afectados que contaban su experiencia y la verdad es que hubo bastantes escenas de pánico. La pena de todo esto es que los pirómanos en la mayoría de los casos se van de rositas…
Me cuesta creer que alguien (por no llamarle algo) pueda provocar un incendio de forma voluntaria. Ya sea porque se piense que de esa manera una zona protegida puede ser cedida para la construcción, o por una mala pasada de nuestra a veces caprichosa naturaleza, ver desaparecer bajo las llamas años de vida me da muchisima pena. En Catalunya tampoco está siendo un buen verano. Coincido. Aunque sea para evitar ésto, que pase pronto.
Vaya! Hemos tratado el mismo tema, eso sí, tú complementado con tus fotorgrafías lo cual es mucho más impactante.
Penoso lo de los incendios, de verdad, yo no tengo palabras, bueno sí, las que he escrito en el blog. Muy triste.
Un saludo Anzaga.
Publicar un comentario