Hoy he subido hasta el Monte Coronado (Málaga). La hierba llegaba hasta la cintura y estaba llena de agua como consecuencia de las tormentas de primavera de la noche anterior, por lo que he terminado completamente empapado. Tenía interés en saber cómo les iba a las collalbas negras (Oenanthe leucura), que viven en la zona. – Me he llevado una grata sorpresa cuando un grupo de volantones acompañaban a los progenitores de un lado a otro demandando atención.
No hay comentarios:
Publicar un comentario