Nidos de charrancito bajo la toalla.

 Ayer tuve la suerte de compartir la mañana con un grupo de voluntarios que colabora desde hace años con el Parque Metropolitano Marisma de los Toruños y Pinar de la Algaida, próximo a las localidades gaditanas de Puerto Real y de El Puerto de Santa María que es una parte del Parque Natural de la Bahía de Cádiz. Su misión además de preservar y limpiar el entorno, es sobre todo la de concienciar a los bañistas y demás visitantes sobre la problemática del charrancito común, Sternula alfifrons.

 En la kilométrica playa de Levante, situada en el interior del parque, anida la colonia de charrancitos mayor de España, acompañados en ocasiones con  nidos de chorlitejo patinegro, Charadrius alexandrinus. En el poco  tiempo que estuve en el lugar, presencié repetidos ataques sobre la colonia de cría por parte de urracas y de cernícalos vulgares, aunque sin ningún género de dudas, son los visitantes los que ocasionan mayor número de destrozos en los nidos y en los pollitos.

Según me contaron, los nidos están bastante diseminados y existe una gran falta de medios lo que permitiría al menos vallar las principales zonas de nidificación, dado que en la actualidad, solo una pequeña parte está protegida. Como pude comprobar, algunos de los nidos y pollitos estaban tan solo a unos pocos metros de la gente que tomaba el sol y era frecuente el tránsito de bañistas, en ocasiones con perros.

Sorprende la lentitud de actuación de las autoridades competentes, teniendo en cuenta que estamos hablando de una especie protegida, en una zona tan pequeña dentro de una playa tan amplia, donde se podrían instalar nuevos cercados, teniendo en cuenta que este espacio no supone ni el uno por ciento del total. Los turistas no se verían afectados y las aves podrían sacar adelante las nidadas. Tras ver la situación in situ, considero que es un verdadero  milagro cada uno de los pocos pollitos que llega a adulto.