No se le ocurrió otra cosa a este pobre críalo europeo, en su viaje migratorio
de regreso al sur de Europa, que
pasar por las cercanías de la Mezquita Jamaa es Souna de Rabat
(Marruecos), donde un halcón peregrino ha situado su atalaya
de caza. - El pobre murió casi sin darse cuenta.
En cualquier caso, se ve que el críalo no debía estar demasiado
apetecible para el paladar del halcón,
que se limitó a romperle el cuello de un picotazo y dejarlo caer desde lo alto
del minarete.
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