El tiempo, como suele
pasar se me echó encima, y aún no he hecho en este cuaderno de naturaleza y
viajes, ni una sola reseña de las escapadas que he realizado en el verano que
acabamos de dejar atrás.
Entre los lugares
visitados, sin lugar a dudas, Praga
es la ciudad que más me ha llamado la atención. Sus calles, pese al buen número
de turistas que las recorren, se
mantienen limpias y agradables de pasear.
No podemos dejar de
visitar el Puente de San Marcos, la zona del castillo, la Casa Danzante o las distintas
sinagogas de la ciudad. Aunque sin lugar a dudas, es el conjunto que representa
la llamada ciudad vieja la que esconde multitud de rincones que nos llamarán la
atención.
Según cuentan, los que la
visitaron hace algunos años y han vuelto nuevamente a disfrutar de esta
magnífica ciudad, perciben que la ciudad se ha vuelto mucho más abierta e
internacional que antes, que sus edificios, antes grises por la contaminación, se
han recubierto de color. La variedad de hoteles, la rica y variada gastronomía
checa, hacen que Praga sea considerada
en este momento, una de la ciudades más bellas de todo el continente europeo.
Praga, en definitiva es un lugar para visitar y para repetir…
1 comentario:
Praga monumental, genial. Saludos.
Publicar un comentario