Tras las fuertes tormentas de hace unos días, ha
comenzado a brotar hierba fresca por todas partes, los pequeños arroyos vuelven
a correr y muchas charcas están recuperando el caudal perdido. No obstante, el
llamado “veranillo del membrillo” parece obstinarse en cerrar las puertas al
cambio estacional.
Entre tanto vaivén de agua y temperaturas, Las Cigüeñuelas Comunes; Himantopus himantopus, rebuscan
impacientes los pequeños insectos que barrió la tormenta. No son las únicas
aves que aprovechan esta circunstancia.
Los lodazales, entre una fina lámina de agua, atraerán a multitud de aves
limícolas en estos días de caluroso otoño.
1 comentario:
Gracias a esas lluvias y a esta suave temperatura, ahora resulta muy agradable salir al campo. Las Tables de Daimiel son un lugar ideal para disfrutarlo mientras observamos, con mucho rsspeto, los quehaceres de estas aves que nos presentas...
Buen día
Bss
Benita
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