Tras freír unos huevos recién traídos del corral y
ver como las yemas anaranjadas empapan el pan de pueblo recién cortado, de
repente, es como retrotraerme muchos años, cuando en mi infancia la mayoría de
los productos que consumíamos tenían otro sabor. Seguro que muchos de ustedes
sabrán de lo que les hablo…
Con el paso de los años, aquellas cosas que necesitan
de tiempo para madurarse o macerarse, vuelven a tener vigencia y a ser nuevamente
valoradas. - Es el famoso sabor a pueblo, tan en boga en la actualidad - Esto
tampoco ha pasado inadvertido para las grandes cadenas de producción, que ahora
añaden el adjetivo “ecológico o natural” a las mismas carnes industriales y a
los mismos huevos de gallinas enjauladas que ni siquiera conocen la luz del día,
para posteriormente aumentar al doble el precio del mercado.
2 comentarios:
Entonces, nos tendremos que guiar por los productos ecológicos que están certificados; que eso sí que da garantía. Yo todavia como huevos de corral que muchas familias de mi pueblo te venden. Son de gallinas libres que escarban buscando alguna larva o lombriz y esconden las puestas en los lugares más insospechados. Felicidades, Anzaga, muy buena entrada
...No todo el mundo tiene esa suerte compañero... sabor, sabor...
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