A Tiros con las Perdices.

Aprovechando el día de descanso, qué mejor opción que la de salir al campo a oxigenarse. Toda una necesidad vital. Desde el primer momento, me he dado cuenta de que no era el único que había tenido la idea. Sobre todo lo digo por el coro de tiros de los cazadores que no nos ha abandonado en toda la mañana.
Según me cuentan, nada queda de aquellas bravas Perdices Rojas, Alectoris rufa, que en otro tiempo abundaban por todas partes. Se las cargaron a tiros. Las que ahora se dejan ver han sido criadas en granjas y posteriormente soltadas con fines cinegéticos. Según he leído en algún sitio, muchas de las perdices que ahora encontramos están hibridadas con la Perdiz Chukar, Alectoris chukar, que procede de Asia, y que resulta mucho más rentable para los de las escopetas, siendo esta otra de las razones de la pérdida de bravura que algunos cazadores alegan. Será por ello, que últimamente, me resulta mucho más fácil encontrar a las mansas “perdices adulteradas”, próximas a las ciudades y a los pueblos, donde ellas se sienten en casa y encuentran refugio, que en el campo.

Pérdida de biodiversidad, en definitiva es de lo que se trata y nada más. Los cazadores fueron incapaces en muchos lugares de dejar ni un mínimo de ejemplares para su reproducción natural, ni siquiera en previsión de las nuevas temporadas, que habrían redundado en su propio beneficio. Qué quieren que les diga; me sorprende enormemente cuando familiares o amigos "escopeteros", me dicen que tras un cazador, hay un ecologista. Perdónenme pero es algo que no llego a entender…