La garceta dimorfa oriental (Egretta dimorpha schistacea) aprovecha la bajada de la marea en la isla de Unguja en Zanzíbar (Tanzania). Un mar azul de aguas calientes se retira de la costa cientos de metros dejando los nutrientes que la garceta dimorfa busca sobre la arena blanca.
De tarde en tarde, alguna garceta dimorfa se deja
ver por las costas españolas, algo que es más que esperado por los amantes de
la ornitología.
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