El cráter del Ngorongoro (Tanzania).

Más que un cráter, este espacio protegido y en la actualidad Patrimonio de la Humanidad es una gran caldera de origen volcánico, que tiene un desnivel aproximado de unos seiscientos metros. La caldera está bordeada por una espesa jungla que hace, en la práctica, que la fauna residente no pueda salir de este espacio. En su interior, no están permitidos los asentamientos humanos, por lo que los masáis, el pueblo que lo habitaba, fue realojado en otros lugares.

El cráter del Ngorongoro es un espacio verde, con hierba alta, lagos y ríos que lo recorren, lo que facilita la presencia de grandes manadas de herbívoros, y por ende, de depredadores. Se dice que en este espacio de algo más de veinte kilómetros cuadrados es posible ver lo que se conoce como los cinco grandes; el rinoceronte, el elefante, el león, el leopardo y el búfalo.