Ya hace algunos años de mi visita a Argentina, pero es uno de esos lugares que, por su cercanía cultural a nuestro país, por la riqueza natural que alberga y por la amabilidad de sus gentes, me incitan a volver. En mi viaje dividí mi estancia entre Buenos Aires e Iguazú. Tan diferentes, las dos zonas, y tan interesantes las dos, que bien merecen otro viaje.
Buenos Aires, en agosto, que es el tiempo en que tenemos más posibilidades de viajar
los españoles, se encuentra en pleno invierno. Recuerdo que el viento racheado
y helado, nada tiene que envidiar a los temporales de invierno de Castilla.
En cualquier caso, tanto con calor o con frío, la capital argentina es una
maravilla. Uno de los barrios que no podemos dejar de ver, es el barrio de
La Boca, donde encontraremos el famoso Caminito, con su
característico colorido, su muestra de arte callejero, sus tiendas de recuerdos
y sus restaurantes.
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