De paseo manchego por el pantano del Vicario, aquí en Ciudad Real, he podido comprobar de primera mano que las antiguas colonias de cría de las garzas vuelven a estar repletas de nidos y que aún se pueden ver muchas aves en paso migratorio hacia el norte.
Entre las aves que hemos podido observar, aunque esta vez no hemos hecho un conteo riguroso, citar a la tarabilla norteña, papamoscas cerrojillo, pájaros moscones, lavandera boyera inglesa, garceta grande con plumaje reproductor, morito común, pagaza piconegra o garcilla cangrejera por citarles algunas.
Y así andábamos embelesados con el ajetreo y el bullicio de las aves cuando nos ha sorprendido la aparición, a vuelo bajo, de un águila real que al rato se ha lanzado a toda velocidad sobre unos ánades frisos aunque sin demasiado éxito.
Al rato los aguiluchos laguneros, que en estos
momentos anidan en la zona, se han acercado, aunque con prudencia a la gran
águila. Pero han sido las cigüeñas blancas las que nuevamente han vuelto a
expulsar a la gran rapaz de estos dominios. Ya las había visto hacer lo mismo
con un águila pescadora y el año pasado hacer lo propio con otra águila real,
momento al que corresponden estas fotografías, ya que hoy no disponía de cámara
fotográfica…
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