En una de las primeras playas atlánticas, próxima a la ciudad de Tánger, encontramos un gran número de gaviotas de diferentes especies. - Entre ellas, y solo por casualidad, volví a encontrar al individuo de gaviota sombría que había visto hacía unas semanas y que era fácilmente reconocible ya que tenía una única pata. – Entre las G. sombrías, se distinguían individuos casi negros, mientras otros eran de color mucho más grisáceo, por lo que supongo que podrían pertenecer a las distintas subespecies que habitan el norte europeo.
Aunque la mayor parte del grupo de aves que allí se encontraba descansando estaba formado por unas cincuenta Gaviotas de Audouin, Larus audouinii, que siguiendo sus ancestrales costumbres migratorias, durante el invierno, decide pasar estos meses en las costas atlánticas marroquíes.
Afortunadamente la Gaviota de Audouin va dejando de ser un ave amenazada y escasa, y del triste millar de parejas que quedaba hace tan solo unas pocas décadas, hoy la supervivencia de esta especie, afortunadamente, ha pasado a ser una preocupación menor.
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