Si en el
verano del 2011 pude constatar que en Berlín
y en otras ciudades de Alemania la Corneja Cenicienta; Corvus cornix era abundantísima, en este
mismo verano del 2012 también he visto, aunque menos, barios ejemplares de este
córvido tan oportunista en Roma y en
otras ciudades de Italia.
Otean desde los edificios más emblemáticos de la
ciudad eterna, el trasiego de miles de turistas, que aún sin quererlo, van dejando
pequeños restos de comida por todas partes.
En Roma,
la Corneja Cenicienta comparte
escenario con varios tipos de cotorras que también han sabido encontrar su
hueco y su oportunidad en esta bella ciudad, abundan las palomas comunes, los
gorriones italianos y es conocido que al llegar el otoño, miles de estorninos
pintos forman grandes bandadas cada atardecer para desgracia de los romanos...
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