Entre los aficionados a la ornitología, es sabido, cómo se las gasta el Colirrojo Tizón , Phoenicurus ochruros, con los miembros de su propia especie. – A excepción del período de reproducción: ¡No soportan a otro de los suyos a menos de diez metros! – Con la llegada del frío, cientos de Colirrojos llegan procedentes del gélido norte en busca del necesario sustento, produciéndose verdaderas trifulcas entre unos y otros por asentarse en un territorio.
Dos machos de esta especie han ido a elegir el mismo tejado como lugar de reposo y acecho. – No se pueden llegar a imaginar las idas y venidas, el juego psicológico de ambos, los ataques y las posteriores huidas que llegan a producirse en una sola jornada…
Al perdedor de la trifulca de hoy no se le ocurrió otra cosa que acercarse a un chopo cercano a donde yo me encontraba. Momento que he aprovechado para echarle “estas fotillos”. Espero les gusten. – Sé que mañana, como viene siendo habitual desde hace días, volverán a tener sus rifirrafes por la conquista del viejo tejado de un caserón abandonado.
5 comentarios:
¡Qué bien has aprovechado el momento!
Muy interesante la vida de estas llamativas aves. Por cierto, las hembras de esta especie me parecen preciosas...
Bs
Benita
Me gustan especialmente lo estirados que se posan cuando están defendiendo su territorio.
Un animal muy bonito, aunque sean comunes.
Esta especie viene a mi balcón a comerse las bayas de la Pyracantha. Es un lujo ver como las coje con el pico y se las traga enteras.
Un saludo
Ultimamente ando un poco liado y veo que ,e he perdido muchas entradas de tu blog, son todas fantásticas. Esta ultima entrada me ha gustado mucho, es un pájaro muy simpático y muy fotogénico.
Un saludo.
Yo este año pasado estuve alimentando a uno que se acercaba al grupo de gorriones cuando les echaba de comer pan que me iba sobrando. A falta de insectos y bayas, a éste le resultaba más fácil pillar un poquito de pan en el invierno tan frio que tuvimos el año pasado.
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