Me costó primero localizar algún ejemplar de esta bella mariposa, conocida como Bajá de dos Colas o Mariposa del Madroño (Charaxes jasius). Una vez encontrados algunos individuos, en su medio natural, lo que entonces me parecía más difícil aún, era que alguno de ellos se posase, aunque fuera sólo unos instantes. Siempre parecían llevar demasiada prisa, volando de un lado a otro. Pero cada especie tiene su tiempo y su momento, y por lo general, todas suelen dar alguna oportunidad para obtener alguna fotografía, aunque no sea de la mejor calidad. En el caso de esta mariposa, no fue hasta iniciado el otoño, cuando una de ellas se dignó a posarse cerca de mí.
2 comentarios:
Desde luego a mi me parece casi un arte de magia poder capturar la imagen de una mariposa. Te felicito por ello. Esta mariposa me parece maravilla, tan bella como el árbol del que se nutre...
Un beso
Benita
No sé cómo lo haces, pero mariposa a la que me acerco (y eso que voy con cuidado) mariposa que no consigo ni ver, y cómo para seguirla! Todas se me escapan.
Es preciosa.
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