Arlequines de alas rotas.

No necesito decir yo aquí que el tiempo todo muda. Casi sin percibirlo se suceden los días como la arena entre nuestros dedos y el sueño de sueños que es la vida se escurre, sin apenas darnos cuenta, con cada uno de los granitos que cae al suelo…

Las Arlequines fueron de las primeras en aparecer, cuando el frío estaba aún instalado en cada uno de los primeros brotes de primavera. Ahora, que por fin el sol calienta, y que se oye el estallido de color: las Arlequines de alas ajadas jamás llegarán a mayo.
Mariposa, te espero en febrero vestida de arlequín bajo la escarcha con tu traje nuevo...