En
el valle del Liébana (Cantabria), en plena Cordillera Cantábrica,
visitamos un lugar llamado castañar del Habario o castañar milenario
de Pendes. Sin lugar a dudas, un lugar muy especial. Encontramos un buen grupo de
castaños centenarios, algunos de gran tamaño, otros, ya medio secos por el paso
de los años. A finales de abril los castaños (Castanea sativa)
aún estaban sin hojas. Puedo llegar a imaginar cómo será este lugar a finales de
junio.
El
castañar milenario de Pendes es uno de los pocos bosques de castaños maduros
de España. No son pocos los animales, aves o anfibios que encuentras en las
oquedades de estos árboles refugio. Fuimos testigos de los cantos, desde las
ramas, de los torcecuellos, los colirrojos reales y los bisbitas arbóreos. También
en a su sombra buscan refugio los rebaños de ovejas lachas y los mastines que
las guardan. Espero que este lugar se proteja como es debido.
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