Tanto en Kenia,
en el Masai Mara, como en Tanzania, en el Parque Nacional del
Serengueti, el objetivo de los guías y conductores es que el visitante se
lleve un buen recuerdo de su safari. Y por lo general, esto pasa por encontrar los grandes
depredadores. Y entre estos, el león es el rey. La información pasa rápido
de móvil a móvil, y pese a la inmensidad del espacio, los grandes felinos siempre están localizados.
No tienen escapatoria posible, el Gran Hermano del Rey León comienza. El objetivo es tener siempre localizado al gran depredador de la sabana. Todo está permitido, las escenas de apareamiento, los momentos en los que se alimenta toda la manada, o se atacan unos contra otros, y si es necesario, se favorecen las escenas de caza obstaculizando con larguísimas filas de vehículos la posible escapada de las presas.
Por lo menos, en Tanzania, tanto en el Serengueti, como en el Cráter del Ngorongoro no está permitido que los vehículos salgan de los caminos autorizados, mientras que en el Masai Mara la persecución de simba es constante.
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