El
pasado puente de la Constitución 2018,
he visitado por primera vez la ciudad de Logroño,
capital de la comunidad uniprovincial de la
Rioja, Fui sin ningún tipo de expectativas, supongo que será por eso que me
quedé tan gratamente sorprendido por la ciudad que encontré.
Grandes
espacios verdes, amplias avenidas, buen ambiente en todas las calles, no solo
en la archiconocida calle Laurel, cosa
que ya esperaba. Se podría decir que el centro histórico de la ciudad, además de
estar recorrido por el Camino de Santiago
y por el río Ebro, posee numerosas
iglesias de gran interés, decenas de grafitis de singular diseño y bien
seleccionados para su entorno, también es un espacio eminentemente peatonal que
cuenta con incontables bares y restaurantes que nos ofrecen además de los vinos
del lugar, una amplia gama de pinchos.
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