Nuestro querido Parque Nacional de las Tablas de Daimiel
está de enhorabuena, y además por partida doble. En primer lugar no hay nada
más que ver el estado general de este valioso humedal, para constatar que está
como en sus mejores tiempos. Rebosa vida por todas partes. Da gusto ver y oír tanta
biodiversidad con los tiempos que corren.
Por otro lado, en estos
días se ha conocido la noticia que se anexionaban otras 1.000 hectáreas de
terrenos de dehesas adyacentes, a las 2.000 ya existentes, lo que vendrá de
maravilla para la protección de la flora y la fauna de este entorno único.
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