La Focha Común.

La Focha Común, Fulica atra, es una de las aves que siempre solemos encontrar en nuestras salidas campestres por los humedales manchegos. Ahora, en invierno, se ha vuelto una especie muy gregaria, cientos de ellas conviven ruidosamente unas junto a otras sin demasiados problemas, pero unas pocas semanas serán suficientes para que todo cambie, se establecerán las parejas de cría, y entonces, empezarán las trifulcas por mantener el territorio.
A finales de primavera podremos ver como las Fochas alimentan a sus polluelos a base de una papilla de algas y pequeños insectos extraída directamente desde el fondo del lodazal. No todos los pequeñines alcanzarán la edad adulta y muchos de ellos caerán en manos de los depredadores. La temporada pasada, sin ir más lejos, asistimos a cómo las Urracas robaban uno a uno todos los polluelos de un nido que teníamos localizado en el entorno de las Tablas. Llegado el verano se pueden ver polluelos con distintos tamaños, y mientras algunos ya han dejado la protección familiar y andan confiados de un lado a otro, sus progenitores, incuban con frecuencia una segunda puesta.