Tras la infinita llanura del Serengueti en Tanzania el vehículo se dirigió a una zona de rocas donde se solían ver leopardos. Supongo que el sofocante calor tenía bien escondidos a los felinos a buen resguardo. En su lugar, vimos un azor lagartijero oscuro (Melierax metabates) que oteaba el horizonte.
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