Hoy salí a dar una vuelta por el Monte Coronado en Málaga. El principal objetivo de la subida era el avistamiento de las collalbas negras (Oenanthe leucura) y del roquero solitario que suelen habitar los grandes peñascos de este paraje. Las dos especies se han mostrados bastante esquivas, pero por lo menos, las collalbas me han permitido tomarles algunas fotos.
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