Aunque
en Oviedo amenazaba lluvia decidí subir al monte Naranco, y desde
ahí, no sé cómo, llegué hasta el Parque Purificación Tomás por senderos que serpenteaban entre pequeñas granjas. Ya en el parque, las vistas de
la ciudad seguían siendo magníficas. Aunque la mayor sorpresa para mí, desde el
punto de vista ornitológico, fue encontrar, por fin, un grupo de camachuelos.
También me llamó la atención la presencia de rastros de jabalíes, de numerosos conejos domésticos y de que este precioso lugar estaba bastante vacío.
sábado, 1 de marzo de 2025
Parque Purificación Tomás de Oviedo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario