Aguilucho Lagunero en la ZEPA Tierra de Campiñas de Ávila.

 En el mar de cereal de la ZEPA Tierra de Campiñas de Ávila, además de los aguiluchos pálido y cenizo, es posible encontrarse con el aguilucho lagunero (Circus aeruginosus), que sobrevuela los campos en busca de topillos y ratoncillos de campo.

Adormidera blanca (Papaver somniferum).

Esta primavera me he encontrado con adormideras blancas (Papaver somniferum) por allá donde he ido de ruta. Las de las fotografías pertenecen a unas plantas que encontré en la madrileña Casa de Campo. Ya lo han recogido en otros blogs, supongo que es una especie en expansión o que las abundantes lluvias de esta primavera han favorecido su multiplicación. 

Cerceta hotentote (Spatula hottentota).

En el cráter de Ngorongoro en Tanzania, además de las cercetas del cabo y los ánades piquirrojos pude fotografiar también la cerceta hotentote (Spatula hottentota) fácil de identificar por su capuchón y por su pico gris-azulado. 

Indi.

Ayer, 13 de junio, festividad de San Antonio de Padua, en otro tiempo una fecha importante para mí, nos dejó Indi, nuestra gatita callejera que llegó a nosotros cuando no era más grande que el tamaño de la palma de la mano. Doce años de amor incondicional nos regaló. La enfermedad se lleva siempre demasiado rápido a los que queremos. Tras tu partida, nuestro mundo se ha hecho un poco más pequeño y un poco más gris. Gracias por tanto Indi.

Madrigal de las Altas Torres (Ávila).

Seo BridLife me invitó a unas jornadas ornitológicas en Madrigal de las Altas Torres en Ávila. El programa de actividades era realmente variado e interesante, además era la oportunidad de poner cara a mucha gente con la que solo me había comunicado a través de correo, Telegram o WhatsApp. Por lo que dejo aquí mi agradecimiento por haber contado conmigo. 

Más allá del mar de trigo de Castilla se encuentra Madrigal de las Altas Torres, una de esas localidades españolas que está cargada de patrimonio y que no es tan conocida por el gran público. Allí nacieron personajes tan ilustres como Isabel la Católica o Vasco de Quiroga. Visitamos el monasterio de Nuestra Señora de Gracia, la iglesia de San Nicolas, alguna de sus bodegas subterráneas y recorrimos sus solitarias calles.

Pico picapinos confiado.

Nuevamente, en la Casa de Campo de Madrid, vuelvo a sorprenderme por el comportamiento confiado de los pájaros carpinteros. Si hace unos días colgué una entrada en la que se veía un pito ibérico excavar un hormiguero a menos de tres metros de mí, hoy recupero unas fotografías del pico picapinos (Dendrocopos major) de ese mismo día.

Parque Nacional de las Tablas de Daimiel 2025; ¿cainismo entre somormujos?

 Desde hace algunos días han ido apareciendo los pollos de buena parte de las especies que anidan en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel en Ciudad Real. Entre ellos, los somormujos lavancos (Podiceps cristatus), que tenían bien ocultos sus nidos entre el abundante matorral. Observando con la webcam que tiene SEO BirdLife en la Laguna Permanente, me ha llamado la atención los constantes y violentos ataques entre los pollos de esta especie. 

Pito real (Picus sharpei) en el hormiguero.

Nuevamente por la Casa de Campo de Madrid. El mejor lugar para poder disfrutar de la cercanía del pito real (Picus sharpei). Este individuo me sorprendió por lo que estaba comiendo en ese momento, hormigas. El carpintero seguía excavando el hormiguero indiferente a las mordeduras. Supongo que el objetivo del piciforme era llegar hasta el nido donde las hormigas guardan las jugosas e inofensivas larvas. 

Mirlo de pueblo.

Hace más de 15 años que no le dedicaba una entrada en este blog a los mirlos (Turdus merula), quizá precisamente por ser cada vez más habituales en cualquiera de nuestras ciudades. Sin embargo, en los pequeños pueblos son mucho más desconfiados y no dudan en lanzar sus gritos de alarma cada vez que se cruzan con cualquier persona.

Urraca común (Pica pica); los volantones.

Pajareando por la Casa de Campo en Madrid, un pollo de urraca (Pica pica) apareció de entre la maleza, confiado empezó a beber agua de un pequeño charco. Pese a que no nos separaban más que un par de metros el volantón siguió tranquilo su camino, y yo, el mío…