Lo primero que
llamó mi atención este pasado verano, tras mi llegada a Croacia, fue su verdor. No sé, pero esperaba un país mucho más seco
y con menos vegetación. Sorprendentemente, desde el norte, con sus frondosos bosques alpinos,
hasta los impenetrables bosques mediterráneos de encinas y matorral al borde
mismo del Mar Adriático, el color
verde impera por todo el país. También sorprenden las señales de advertencia a
lo largo de los kilómetros de ruta, previniendo de la presencia de los grandes
mamíferos europeos; lobos, osos, linces,
jabalíes o ciervos, tan perseguidos y cada vez más escasos por estos lares.
Croacia, está llena de Parques Nacionales, aunque el más
conocido y visitado es sin lugar a dudas, el
Parque Nacional de los Lagos de Plitvice. Un lugar de visita obligatoria en
nuestro viaje por este país. Se podría decir que Plitvice, es el hermano mayor de nuestro manchego Parque Natural de las Lagunas de Ruidera.
En algún lugar leí, que el fenómeno geológico que ha propiciado la aparición de
estos dos paraísos terrestres es similar. El agua va
descendiendo de los lagos o lagunas más altas a otras situadas más abajo, de manera
continuada, a través de grutas, correntías o cascadas de gran belleza.
La visita en Plitvice se hace siguiendo rutas
señalizadas sobre pasarelas de madera, senderos, pequeños barcos y hasta trenes.
Y es que aquí, todo es a lo grande, no hay más que fijarse en el diminuto tamaño
de las personas, que apenas si se aprecian en las fotografías bajo cascadas de
setenta metros de altura.
2 comentarios:
Es un parque precioso y tiene un buen estado de conservación, aunque hace ya mas de 5 años que lo visité.
Aprovecho para volver a felicitarte por el blog. Un saludo.
Muchas gracias Héctor.
Un lugar para volver.
Saludos.
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