Con la llegada de las primeras heladas, los pequeños
lagartos ocelados (Timon lepidus) toman los últimos
rayos de sol antes del letargo invernal. Como podemos apreciar en la fotografía
la coloración de los juveniles nada tiene que ver con la de los adultos.
Predomina el color marrón y no el verde, y destacan por toda la piel los
pequeños puntitos blancos.
Volveremos a verlos con los primeros calores de la
primavera, ya lo dice el refrán: “En
marzo saca la cabeza el lagarto, en abril acaba de salir, y en mayo corre como
un caballo”.
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