Aunque fue uno de mis peores días por tierras vietnamitas,
como consecuencia de algo que comí, recomiendo encarecidamente la visita a Tam
Coc. Recuerda, por las montañas kársticas, a la Bahía de Ha Long,
aunque en este caso, es un mar verde de campos de arroz. Tam Coc
es un lugar para perderse por caminos entre montañas y campos de cultivo realizando rutas de senderismo o en bici, como fue mi caso.
También merece la pena, a pesar de todo, realizar una
ruta guiada en barca por el río Ngo Dong. Las barquitas son conducidas
por unas mujeres que tienen la habilidad de manejar los remos de su embarcación
con los pies, lo que resulta realmente sorprendente de ver por la habilidad con
la que lo hacen. Aunque, a decir verdad, y para ser completamente justos, esta
no es la única destreza que tienen estas intrépidas mujeres, pues también son capaces
de deshidratar completamente a los turistas que transportan, beneficiadas por
la alta humedad y la temperatura ambiente, para así, y por arte de magia, sacar
de lugares ocultos, refrescos, agua y todo tipo de snacks que deberás comprar,
sí o sí, a precio de oro…
2 comentarios:
Muy bonito blog,feliz tarde, saludos
Muchas gracias José María.
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