miércoles, 4 de febrero de 2015

Las Tablas de Daimiel sin grullas.


Como cada frío atardecer de este crudo invierno, miles de grullas llegan hasta las cercanías del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. En este año han decidido abandonar sus ancestrales dormideros dentro de los terrenos protegidos y han optado por otros fuera del Parque. Según me cuentan, el agua en Daimiel es abundante, pero carece de vida. Los fertilizantes y los vertidos descontrolados entran con demasiada facilidad dentro de las Tablas, sin que aparentemente importe demasiado. Quizá se sigue sin valorar, que el verdadero tesoro de este espacio, son las tierras anegadas que han propiciado el reconocimiento internacional de este lugar como único en Europa. Las Tablas de Daimiel, son un frágil ecosistema, patrimonio de todos.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hay que ver como unos pocos pueden destruir este paisaje tan bello del qual dependen tantos animales. :(
Saludos.

Ángel Zamora dijo...

Hola Arantxa.

La contaminación del agua de las Tablas, por desgracia, es algo que se ha venido repitiendo desde que se recuperó el nivel hídrico en el Parque Nacional.

Realmente no hay demasiada volutad política más allá de vacías palabras...

saludos.

**** " NO SE PUEDE CONSERVAR AQUELLO QUE NO SE CONOCE " ****