Estas
temperaturas primaverales en pleno otoño, están ocasionando que sea relativamente
fácil el avistamiento de reptiles. Escondida entre los brezales próximos a un
arroyo, permanecía en silencio esta preciosa culebra de herradura, Hemorrhois
hippocrepis. Totalmente ajena a nuestras conversaciones y risas, su
decisión, fue permanecer completamente quieta esperando pasar desapercibida...
La culebra
de herradura, es una culebra que puede alcanzar buen tamaño, pero como
otras tantas, no representa ningún peligro para el hombre. Fácil de reconocer
por la mancha en forma de herradura de la cabeza, por el cuello amarillo o
anaranjado y por las formas circulares marrones o negras que la recorren.
2 comentarios:
Se ve muy linda. Besitos.
Y Bien tranquila que estaba Teresa.
Besos.
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