Observando unos minutos las arañas de las chumberas, Cyrtophora
citricola, uno constata rápidamente que es una especie con éxito. Cada poco
tiempo hay una nueva presa que queda atrapada en el extenso entramado de telas
que cubren matorrales enteros.
Este arácnido
vive en colonias donde varias hembras, probablemente de la misma familia, viven
unas pegadas a las otras. Los machos, mucho más pequeños, y las crías, se alimentan del incansable
trabajo de las poderosas hembras. Pero no son los únicos que se sientan a la
mesa, el éxito de las arañas de las
chumberas no ha pasado desapercibido a otro pequeño arácnido, que se caracteriza precisamente por aprovecharse del
trabajo de otras arañas de mayor tamaño, la
araña gotas de rocío, Argyrodes
argyrodes.
Aprovechando su pequeño tamaño, como vemos en la
primera fotografía, la pequeña araña
gotas de rocío, se mueve con sigilo por la telaraña de la anfitriona
aguardando el vuelo errático de las mariposas,
las polillas o las abejas. Presas de las que dará buena cuenta, una vez sean preparadas
como es debido por la ingenua araña de
las chumberas. Dicen los que saben, que la pequeña ladrona, tampoco hará
ascos a las puestas y a los recién nacidos de su anfitriona…
3 comentarios:
Muy interesante. Saludos.
En esta vida siempre hay aprovechados! Jaja. Saludos!!!
Fascinante. El otro día fotografié una y gracias a tus imágenes llamo he reconocido.
Es venenosa?
Hasta otra y gracias
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