Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real); El Verano.

 

No son los más de los veranos, en los que el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real), tiene tanta cantidad de agua. - Este verano del 2012, a mediados del mes de julio, sí. – Aún se pueden ver grandes carpas y muchísimos peces gato entre los intrincados laberintos de eneas, carrizos y cañas. - Si bien, según avanza la estación, las islas arenosas van siendo más grandes y los cursos del líquido elemento menos caudalosos.

Muchas aves ya han iniciado sus viajes migratorios camino al sur. Y esto, es cada día que pasa más patente en el Parque Nacional. - El verano es la época en la que hay que reponer fuerzas y acumular las grasas suficientes, que serán las reservas necesarias para aguantar el duro periplo. Sobre todo, para todos aquellos inmaduros que acometerán el viaje por primera vez y que encuentran aquí, un área de servicio estupendamente surtida.

Los grupos de cigüeñas blancas, ya son centenares, multiplicándose por momentos. - Entre los lodazales; escuadrones de andarríos chicos y grandes, agujas colinegras, canasteras, chorlitejos chicos y avefrías. – A modo de ejemplo, en un pequeño islote, he podido contar un grupo de 85 avefrías. Algo bastante raro para esta época, teniendo en cuenta que las aves residentes de esta especie, no suelen ser demasiadas y que las grandes concentraciones se dan en invierno con la llegada de las aves del norte europeo.