En relación con las playas de México, si la
fama la tiene el encarecido Cancún y las zonas aledañas hasta Playa
del Carmen, la calidad de la arena, el agua y los alimentos, se encuentra
en Celestún, en el Golfo de México. Arena blanca finísima y fría,
que es algo que me dejó muy sorprendido, el marisco y el pescado, y sobre todo,
el agua del mar a una temperatura increíblemente caliente, y tan transparente
que se ven los peces de colores.
Celestún es aún una
villa de marineros donde no ha llegado el turismo de masas. La gente que se
encuentra en la playa son los propios lugareños. La comida es auténticamente
mexicana a base del pescado recién sacado del mar. En mi caso, salí desde Mérida,
capital del Estado de Yucatán, en un tour que incluía la Reserva
de la Biosfera, famosa por sus flamencos, de la que ya les hablaré en otra
entrada los próximos días…
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