La archicazada perdiz
roja, en estas fechas de inicios de marzo, ya se ha emparejado y en unas
pocas semanas anidarán entre los matorrales de las sierras y linderos.
Estas que encontramos al borde mismo de las
carreteras, mansas y por ello frecuentemente atropelladas, nada tienen que ver
con las originarias, las bravas perdices
rojas ya desaparecidas como consecuencia de la caza. Las de aquí fueron
soltadas procedentes de granjas para nutrir las ansias de los cazadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario