Recuerdo que la primera vez que vi una de estas Mariposas Arlequines, Zerynthia rumina, fue en un blog de naturaleza. Rápidamente pensé, que se trataba de una especie que jamás encontraría, y supuse erróneamente que no era uno de los lepidópteros que merodean habitualmente los campos por donde yo suelo pasear. Pero no, ahí estaban las Arlequines, mucho más abundantes de lo que yo suponía en un principio, fáciles de encontrar ahora en cualquiera de las rutas senderistas que habitualmente emprendo. Igual me pasó con la Ranita de San Antonio, más de lo mismo con las diferentes orquídeas que he ido presentando en Un Paseo Manchego, y así me ha ido sucediendo con otras tantas especies. Al final, supongo, que sólo es cuestión de fijarse bien, marcarse un objetivo, investigar dentro de lo publicado, por si hay algo que pueda servir de ayuda, y tener un pelín de suerte, que tampoco viene mal. La cuestión es tener siempre un objetivo, sin que por ello, uno deje de sorprenderse con lo que pueda ir surgiendo en el camino.
Yo también he tenido esa misma sensación en ocasiones...y siempre pensaba qué harían los demás para encontrar esas especies tan raras que fotografiaban. Muchas de ellas las conocía sólo por las imágenes de las galerías y blogs.....así que cuando finalmente las encotraba por primera vez en el campo, me parecía que las conocía desde siempre. La Zerynthia fue una de ellas! Un saludo!
ResponderEliminarHay muchas mariposas ahora pero queiro ver uno de estos. Tengo los ojos preparado. Un saludo.
ResponderEliminarEsta primavera estoy viendo muchas Zerynthias, se ve que ha sido un buen año para ellas. De todas formas son mariposas nerviosillas que no paran quietas, no es fácil fotografiarlas...
ResponderEliminarTomo nota y a partir de ahora me iré fijando mejor, a ver qué me voy encontrando...
ResponderEliminarUn beso
Benita
Afortunadamente, por lo menos por mi parte, el número de especies por descubrir aún sigue siendo ingente. Y con ello, mantener viva la capacidad par sorprenderse.
ResponderEliminarSaludos.
Mike, fíjate bien, las tienes más cerca de lo que crees...
ResponderEliminarAbrazos.
Macroinstantes. Es cierto, últimamente las encuentro por todas partes. Como bien sabes, a primera hora están la mar de tranquilitas. Suelen volver a los mismo posaderos, lo cual facilita un poco la fotografía.
ResponderEliminarSaludos.
Buenas Benita. ¡Qué los dioses iluminen tus sentidos!...
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