Como les decía en la anterior entrada, las Ranitas de San Antonio, Hyla molleri, fueron durante mucho tiempo una de esas especies imposibles de encontrar. Tampoco vayan a creer que ahora las hallo en cualquier parte. Ya quisiera yo. Lo que intento decirles, es que ha pasado de ser una especie casi de leyenda, a por lo menos, detectar algunos lugares donde es posible toparse con alguna, si la suerte sonríe, que esa es otra... Cada vez que localizo algún ejemplar, es casi motivo de fiesta. Ya ven lo guapetonas que son. También sé, que aunque en lo sucesivo las encuentre con mayor frecuencia, jamás olvidaré la alegría que supuso para mí tropezarme con la primera. Un momento único.
Belle série!
ResponderEliminarelle est perchée au point le plus haut, et ne peut donc pas bouger!
Te quedó de lujo Angel, y como siempre voy con mucho retraso en tus entradas. A ver si coincidimos por uno de esos paseos campestres. Saludos.
ResponderEliminarMerci Monique et Daniel.
ResponderEliminarEs verdad Antonio. A ver si echamos alguna ruta que este año no nos vemos...
ResponderEliminarAbrazos.
De momento solo las he podido ver en Cabañeros, pero es eso, en cuanto aprendes a verlas descubres que estan en todas partes.
ResponderEliminarsalu2
¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿Donde las puedo ver??? Son una maravilla.
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